“La Chanchera” es la forma despectiva como se le llama en Nicaragua a
la Asamblea Nacional. Amplios sectores de la población la señalan como un lugar
sucio para hacer negocios, para el oportunismo político, para los tránsfugas que
circulan en nombre de sus intereses personales y no con intenciones reales de
trabajar por el país. De tal manera que ser diputado en esta Asamblea ha
devenido en una especie de lotería disputada ferozmente entre los aspirantes a los cargos, ya que ello les confiere poder político, inmunidad, privilegiados
ingresos, además de bonificaciones económicas y materiales proporcionadas por
el estado.
Serie de dibujos con marcador sobre cartulina.
2015.
Tamaño 28 hasta 46 x 30 centímetros.
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